Cabía esperar que en la nueva estructura de la Administración General del Estado, al separarse los departamentos de trabajo o empleo y de Seguridad Social, esta última materia, por su importancia para la ciudadanía, tuviera un departamento ministerial propio. Pero no ha sido así y lo que se ha creado es el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, cuyas competencias son: la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de Seguridad Social y clases pasivas, así como la elaboración y el desarrollo de la política del Gobierno en materia de extranjería, inmigración y emigración, y de políticas de inclusión. Para lo cual hay dos Secretarías de Estado: una de la Seguridad Social y Pensiones, y otra de Migraciones.Con esa estructura no queda bien definido el objetivo de la primera denominación del ministerio, pues ¿qué ha de entenderse como Inclusión? Si se trata solo de desarrollar la “Estrategia nacional de prevención y lucha contra la pobreza y la exclusión social”, que con vigencia hasta 2023 acordó el Consejo de Ministros en marzo de 2019, tal labor también podría encuadrarse en cualquiera de otros dos ministerios: el de Derechos Sociales y Agenda 2030 o el de de Igualdad. En el que ha quedado, lo que se pretenda con el concepto Inclusión no tiene todavía un departamento para su gestión.Lo que está claro es que se encuadra la protección social de los funcionarios públicos adscritos en el régimen de clases pasivas con la de la Seguridad Social del resto de trabajadores. Aunque no está definida la forma en que se llevará a cabo, pues aquellos que ingresaron a partir del día 1 de enero de 2011 están integrados en el Régimen General, mientras que los incorporados antes, que rondan los 600.000 y un número parecido de jubilados (cuyo gasto anual asciende a catorce mil millones de euros) se rigen por una normativa especial que ha sido gestionada por el Ministerio de Hacienda. Es la ocasión de unificar el sistema de pensiones, lo cual podría contribuir a su saneamiento. Pero, si esa es la idea, puede llevar un tiempo en conformarse, aunque el ministro Escrivá se haya propuesto como principal cometido, según declaró el día en que tomó posesión de su cargo, “cerrar de forma rápida y efectiva el déficit de la Seguridad Social dando certidumbre a los pensionistas con soluciones justas y equitativas”.