El inicio del año judicial en Andalucía ha estado marcado por discursos que señalan la crisis sostenida en el sistema judicial de la región. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, abordó varios temas críticos que afectan a la administración de justicia, incluida la falta de reformas estructurales pendientes desde hace más de 20 años, la conflictividad laboral, el estancamiento tecnológico y la deficiencia en las instalaciones judiciales.
Del Río subrayó la falta de avances significativos, pese a sus 13 años en la presidencia del TSJA, indicando que los desafíos persisten o incluso se han agudizado. Criticó la falta de consenso político para abordar reformas cruciales y alertó sobre el deterioro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones desde diciembre de 2018.
Además, mencionó que la grave conflictividad laboral y la suspensión de juicios están llevando al sistema judicial al borde del colapso. Hizo un llamado a la clase política para que priorice las reformas en justicia y criticó la falta de avances en tecnología y en la mejora de las instalaciones judiciales. Aseguró que la justicia en Andalucía y, en particular, en ciudades como Granada, Jaén, Cádiz y Huelva, enfrenta desafíos infraestructurales críticos que requieren atención inmediata.
El tradicional acto de apertura del año judicial en Andalucía, celebrado en el patio de la Real Chancillería de Granada, sede del TSJA, contó con la presencia de José Blas Fernández, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Graduados Sociales, quien representó a los 9 mil profesionales de este colectivo que son operadores jurídicos del Orden Social y Mercantil. En este marco, José Blas Fernández pudo departir el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, sobre los temas que afectan a los juzgados de lo Social en la comunidad autónoma.
El inicio del año judicial en Andalucía ha estado plagado de advertencias sobre el estado crítico del sistema judicial, con llamados a la acción inmediata para evitar un colapso. Del Río concluyó con un tono de esperanza, instando a todos los involucrados a colaborar para superar estos desafíos.