La ya antigua idea de que el sistema de cotización de los trabajadores autónomos sea en función de sus ingresos reales tomó fuerza cuando Magdalena Valerio fue nombrada titular del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, hasta el punto de que la llevó a debate con las organizaciones representativas de ese colectivo. Pero se ha paralizado, según la ministra por la situación en funciones del Gobierno, aunque la realidad puede ser lo complicado de llevarlo a cabo, porque puede suponer una importante carga de gestión y una difícil aplicación de determinados subsidios. Si no fuera así el debate hubiera continuado para legislar lo acordado, como el Gobierno, aun estando en funciones, ha decretado otras medidas para el ámbito laboral. Por otro lado, doña Magdalena, no parece descartar una petición de ATA, que podría ser debatida en el diálogo social, sobre el establecimiento de una tarifa plana para los autónomos con rendimientos bajos, pues con la normativa actual se puede considerar que cotizan por encima de sus posibilidades. Aunque la misma organización también asume que gran parte de los autónomos cotizan menos de lo que debieran, lo cual quiero entender que le parece mal a la señora, empeñada como está en procurar una mayor recaudación para el sistema.
Algo para lo que nadie hace propuestas es la cotización de los empleados de hogar, que cada año va en aumento para ir acercándose a la que se realiza en el Régimen General puro, pero, en principio, sin ajustarse a los salarios reales, sino con cuotas establecidas en diez tramos de retribuciones. Parece adecuado el sistema dadas las características de la prestación de servicios de estos trabajadores, la mayor parte de ellos a tiempo parcial (por horas), pero no lo es tanto la intención de su asimilación al resto de trabajadores por cuenta ajena, porque el empleador, al no ser considerado empresario, no puede deducir gasto alguno de sus rentas, mientras que los empresarios sí las reducen en la suma de los salarios y las cuotas de Seguridad Social a su cargo. Quizá por eso los dirigentes de Podemos (Pablo Iglesias y Pablo Echenique) entienden que no siempre ha de ser obligatorio dar de alta un asistente personal, ya que lo lógico que hayan de tenerlo las personas dependientes y muchas de ellas no pueden pagarlo, no tampoco sus familias. Así que podría ser interesante estudiar también una tarifa plana para empleados de hogar cuando estos presten servicio exclusivo a personas con dependencia, en razón de este estado.